miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA FLOR Y LA NOCHE

        LA FLOR Y LA NOCHE


                                                                José Rosas

Sobre  una esteril pradera
El diàfano azul del cielo
Cruzaba en ràpido vuelo
Una nuve pasajera

Viola pasar una flor
Que abrazada se morìa
En su penosa agonìa
Le dijo asi con amor:

Yo te bendigo: la suerte
Es conmigo generosa.
Dios te manda noche hermosa,
A librarme de la muerte.

Joven soy, morir no quiero;
En tus bondades confío,
Una gota de rocìo
Por piedad, porque me muero.

Pero la nube orgullosa
Insencible caminando
No puedo dijo, pasando,
Servir a tan noble rosa;

Que ahì todos los pesares
De las flores mitigar,
Pienso que no me bastará
Con el agua de los mares.

La flor exhaló un suspiro,
Y la nube en el momento,
Agitada por el viento
Siguió su rápido giro.

Cruzó la selva sombría,
Cruzó también la ribera,
Pero siempre donde quiera
La tristeza la seguìa.



Sintió pronto una profunda,
Indifinifle ansiedad,
Y por fin, tuvo piedad
De la rosa moribunda.

Y del punto en que se hallaba
Con rapidez se volvió
Y a la pradera llegó
Cuando la tarde expiraba.

De la flor sobre la fuente
Tendió su ligero manto,
Y regándola de llanto
Exclamaba dulcemente:

Despierta yo soy, despierta,
Yo té taigo la alegría,
Más, la  flor  no respondía,
La infelíz estaba muerta....

Guardad tan triste lección
En el alma desde ahora;
Niños mostradle al que llora
Una santa compación.

Si el pobre a rogaros va.
No le miréis con desdén.
Que es muy triste hacer el bien
Cuando es inutil quizás.  

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