miércoles, 28 de septiembre de 2011

SOY TODO PARA TI









   
   


SOY TODA PARA TI
   
Se anunció tu llegada,
las rosas iniciaron tu alabanza,
cantó la madrugada
al eco en lontananza, 

la tierra se llenó de tu esperanza.

Por ti fui transformada,
mi arcilla rezumaba tu evidencia,
tiernamente arrobada
con tu dulce cadencia
gustaba la verdad de tu existencia.

Al fin llegaste aquí,
brilló el día, te puse en mi regazo,
eras mi savia en ti,
eras de mí un pedazo,
gocé del paraíso en ese abrazo.

Soy toda para ti,
contigo me fundí de tal manera
que en tu ser me perdí,
volcada en tu ribera
te di mi libertad, mi primavera.
EMMA MARGARITA R A VALDES

  
     



HIJO, MIEL Y CERA

             
             
             
       

HIJO, MIEL Y CERA
Por
EMMA MARGARITA  R A VALDES

Hijo, es mi carne cuna de tu suerte,
en mi entraña se engendran tus albores,
no importan sacrificios y dolores
para un alma de Dios y un cuerpo fuerte.
Sufro ansiedad, angustia, por quererte,
abeja libadora de mis flores,
pues me darás la miel de tus amores
o la cera del cirio de mi muerte.
Aclaraste de golpe mi destino,
me embriago con tu aroma de azahares
y eres la luz del sol de mi camino.
Serás mi ofrenda libre, pan y vino,
miel y cera de eternos colmenares,
el indulto de amor, el don divino.

 
El cuerpo poético elegido, la manifestación externa formal, es un soneto, que generalmente se emplea para la expresión material de conceptos profundos, trascendentes, como es, en este caso, la maternidad. En una primera lectura se puede acceder con facilidad, por su sencillez, al significado superficial: Los sentimientos de la mujer ante la concepción del hijo. En un análisis más detenido se obtienen, entre otras, las siguientes interpretaciones:
a) Relaciona la maternidad con el Sacrificio de la Misa. La mujer es el templo y el altar. La Misa comienza con los ritos iniciales y la antífona de entrada, se anuncia el misterio que se va a celebrar y su carácter sobrenatural: "es mi carne cuna de tu suerte, en mi entraña se engendran tus albores"..."un alma de Dios". El acto penitencial, la plegaria ofrecida por la caridad, son los "sacrificios y dolores" y se espera "el indulto de amor". El Evangelio representado es el que dice "el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8,18), y en el poema: "eres la luz del sol de mi camino". Las ofrendas son el cuerpo y la sangre del hijo: "ofrenda libre, pan y vino". La bendición y consagración del pan y el vino son símbolos de la resurrección: "miel y cera de eternos colmenares". Concluye la Misa con la acción de gracias, y en el misal romano se lee: "que este don temporal sea para nosotros una protección eterna", y en la poesía: "el indulto de amor, el don divino". El incienso está representado por el "aroma de azahares", aroma de pureza. Podría significar, además, la universal maternidad de la Iglesia, siguiendo las reflexiones de San Juan Crisóstomo.
b) Otra interpretación hace ostensible el carácter divino de la maternidad. La madre concibe un alma, "alma de Dios" y la envuelve con un "cuerpo fuerte". El hijo es un "don divino", por lo que "no importan sacrificios y dolores". Es la "luz del sol", la luz verdadera. Embriaga con su "aroma de azahares", el hijo es la flor del azahar, símbolo de pureza.
c) Podría considerarse como un manifiesto en contra de la legalización del aborto en los casos de "ansiedad y angustia" de la madre: "Sufro ansiedad, angustia, por quererte".
d) Refleja el cambio que produce la maternidad en la mujer: transformaste de golpe mi destino". El contacto del hijo despierta en la madre el instinto natural: "me embriago con tu aroma de azahares". La maternidad supone una entrega al hijo, una renuncia a los goces del cuerpo y del alma cuando se interpongan en la consecución de la vida de la criatura: "abeja libadora de mis flores". La mujer encuentra un nuevo sentido a la vida: "eres la luz del sol de mi camino".
e) Al hacerse referencia a la miel y la cera, símbolos poéticos de la naturaleza, se incorporan nuevos significados. Por un lado representa la maternidad de la tierra, considerando la tierra como Gaia, Gea, etc. En este caso representa la vida y la muerte, el amor y el desamor, surgiendo del cosmos: "miel de tus amores", "cera de mi muerte". El hijo es la luz del sol, la fuerza de la vida. Por otro lado en el simbolismo cristiano la abeja representa a la Virgen María en la Encarnación y la Concepción; se decía que las abejas se reproducían virginalmente, por partenogénesis (parthenos=Virgen). La miel es el alimento natural ofrecido por Dios al hombre en la Tierra Prometida, "tierra por la que corren ríos de leche y miel" (Dt 8,7-10; 27,3). La colmena representa a la Virgen María, Reina de la Iglesia, que reúne a sus miembros para formar el Cuerpo de Cristo. La luz es la iluminación divina sobre la oscuridad (Gen 1,1-2); Cristo es "la luz del mundo" (1 Cor 4,5); la Virgen María, "portadora de la luz"; "la gloria de Dios es su luz y su lámpara es el Cordero (Apocalipsis 21,23); etc.
f) Siguiendo con el simbolismo cristiano esta poesía tiene cuatro estrofas, el número cuatro representa el cuerpo, los cuatro elementos, los cuatro evangelistas, los cuatro ríos del Paraíso, la tierra...

 

     
             
             
             

NUEVO AMOR





     
NUEVO AMOR
Por
EMMA MARGARITA A VALDES
 
     
     
Cuando te conoc�
vibr� con tu presencia,
mi alica�da esencia
vol� rauda hacia ti.
 
En mi interior tem�
por mi alma devastada,
 
primavera agostada
en un antiguo amor,
de cuyo gran dolor
yac�a atormentada.
 
Mi mente era morada
de amargos pensamientos.
 
Con largos sufrimientos
y la ilusi�n perdida,
ansiaba estar dormida,
olvidar los tormentos,
 
borrar los pensamientos
y jam�s despertar.
 
Il�gico abrigar
una nueva pasi�n.
Despierto el coraz�n
volver�a a llorar.
 
En extra�o lugar
feliz en desventura...,
 
aislada la ternura,
viv�a complacida
en soledad sumida,
ba�ada en amargura,
 
En esta singladura
carente de esperanza,
 
perdida la confianza,
tem� celos de amor
previendo su dolor
hiriera mi bonanza.
 
Del alma la mudanza
es un divino don,
 
una m�gica unci�n
curando nuestras llagas,
las manos de las sagas
limpiando el coraz�n.
 
Feliz renovaci�n
del ente inmaterial,
 
es h�lito inmortal
que en nuestro ser profundo
construye un nuevo mundo,
eterno es su caudal.
 
Al soplo celestial
en amor renac�a.
 
As�, en un blanco d�a
surgido en negra noche,
tu ardiente y firme broche
prendi� en m� la alegr�a.
 
Vehemente algarab�a
fundido el fr�o hielo.
 
Las dos almas en vuelo,
cita de amor naciente,
se unieron dulcemente
en renovado cielo.
 
Sin el aciago velo
fue nuestro amor ardiente,
 
uni�n de cuerpo y mente,
ideal y sensitivo,
salvaje y primitivo,
inefable, �infrecuente!.
 
 

 
 

 

     
     




 

LA FLOR Y LA NOCHE

        LA FLOR Y LA NOCHE


                                                                José Rosas

Sobre  una esteril pradera
El diàfano azul del cielo
Cruzaba en ràpido vuelo
Una nuve pasajera

Viola pasar una flor
Que abrazada se morìa
En su penosa agonìa
Le dijo asi con amor:

Yo te bendigo: la suerte
Es conmigo generosa.
Dios te manda noche hermosa,
A librarme de la muerte.

Joven soy, morir no quiero;
En tus bondades confío,
Una gota de rocìo
Por piedad, porque me muero.

Pero la nube orgullosa
Insencible caminando
No puedo dijo, pasando,
Servir a tan noble rosa;

Que ahì todos los pesares
De las flores mitigar,
Pienso que no me bastará
Con el agua de los mares.

La flor exhaló un suspiro,
Y la nube en el momento,
Agitada por el viento
Siguió su rápido giro.

Cruzó la selva sombría,
Cruzó también la ribera,
Pero siempre donde quiera
La tristeza la seguìa.



Sintió pronto una profunda,
Indifinifle ansiedad,
Y por fin, tuvo piedad
De la rosa moribunda.

Y del punto en que se hallaba
Con rapidez se volvió
Y a la pradera llegó
Cuando la tarde expiraba.

De la flor sobre la fuente
Tendió su ligero manto,
Y regándola de llanto
Exclamaba dulcemente:

Despierta yo soy, despierta,
Yo té taigo la alegría,
Más, la  flor  no respondía,
La infelíz estaba muerta....

Guardad tan triste lección
En el alma desde ahora;
Niños mostradle al que llora
Una santa compación.

Si el pobre a rogaros va.
No le miréis con desdén.
Que es muy triste hacer el bien
Cuando es inutil quizás.  

L

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

     
   
LÁGRIMAS
Por
EMMA MARGARITA VALDES
Sus ojos eran mi luz,
mi cielo estaba en sus sueños,
bebía el mar de sus labios,
caminaba en su sendero.
Un extraño maleficio
destruyó mi firmamento,
vagué sin meta, sin rumbo,
con mi dolor, con mi infierno.
Lágrimas de amor y ausencia
apagaron aquel tiempo,
sólo queda la ceniza
fría y muda de un recuerdo.
 
Otra luz brilló en mis ojos,
alada ascendí a su cielo,
y su oleaje salobre
rompió en mi cantil desierto.
Pero un vendaval sombrío
deshojó, heridos, mis pétalos.
Dolor de cristal y espinas
palpita en mis sentimientos.
Hoy mis lágrimas son brasas
que avivan mi fuego interno.
¿Serán mañana ceniza
fría y muda de un recuerdo?

 

 
   

LAGRIMAS


               
               
               
               
         


     
   
LÁGRIMAS
Por
EMMA MARGARITA
Sus ojos eran mi luz,
mi cielo estaba en sus sueños,
bebía el mar de sus labios,
caminaba en su sendero.
Un extraño maleficio
destruyó mi firmamento,
vagué sin meta, sin rumbo,
con mi dolor, con mi infierno.
Lágrimas de amor y ausencia
apagaron aquel tiempo,
sólo queda la ceniza
fría y muda de un recuerdo.
 
Otra luz brilló en mis ojos,
alada ascendí a su cielo,
y su oleaje salobre
rompió en mi cantil desierto.
Pero un vendaval sombrío
deshojó, heridos, mis pétalos.
Dolor de cristal y espinas
palpita en mis sentimientos.
Hoy mis lágrimas son brasas
que avivan mi fuego interno.
¿Serán mañana ceniza
fría y muda de un recuerdo?