sábado, 29 de octubre de 2011

EN EL UMBRAL





I
EN EL UMBRAL

Todo es paz. Negro es el tiempo
sobre el rostro de la tierra.
Todo aguarda estremecido
con un sin-saber la espera.

Ella se asoma a la noche,
temblorosa de riberas,
y el aire se arrobó todo
y se deshizo en la alberca.

Su mano -nadie lo sabe-
está mullida de estrellas,
posada sobre la paja
con una blancura quieta.

Hay unos brazos de obrero
detrás de una sombra vieja.
Hay una luz clarinoche,
derramada por la aldea.

II
LLEGÓ

Cerró los ojos la madre,
la miró sin voz el viento,
durmióse el hombre olvidado,
quebró la noche su miedo.

Sobre una mejilla ruda
corre la luz hecha tiemblo:
José en éxtasis. María
acuna en sus ojos nuevos

la infancia misma riente,
bollitos en pan de cielo;
ese aroma inenarrable
hecho de nanas y besos,

ese percal empapado
con valor bullente y lleno.
La sombra adulta en la cueva
arropa niñez y suelos.

III
NOS QUEDA

Descansa, mi Niño, ahora,
sorbo de luz en mi cuenco.
Bebe una paz pequeñita
dormido sobre mi seno.

Oye ahí, desde mi vida,
ese palpitar incierto
de las cosas que te miran
reverberantes de anhelo.

Yo soy poco. Pero el aire
me dará su canto viejo
que acaricie y que te acune
con olor profundo a fresno.

Yo soy nada. Pero el agua
me va a dejar su misterio
para copiar en la noche
la risa de los luceros.

Soy muy débil. Mas José
te recortará un velero
de una nube en el celaje
con mástil y marinero.

Mi Niño, la noche es negra,
vierte en mí tu desconsuelo.
Sé que todos tus hermanos
no saben que estás con ellos.

Pero mírate en mis ojos
que tienen luz de riachuelo...


Pedro Miguel Lamet, SJ







Música: Kabbalah (Hebrea)

¡DEJAME VIVIR AÚN!








¡DEJADME VIVIR AÚN!

No quiero morir
antes de mi tiempo.
Dejadme en mi lecho
sintiendo latir
este corazón
cansado y enfermo.
Aún tengo, en la mente,
vivos los recuerdos:
valiosos momentos,
amores, deleites
de tiempos gozados…,
aunque esté en silencio.
Percibo el cariño,
las suaves caricias
temerosas, tímidas,
como último rito.
Me alegran, me animan
a seguir viviendo
mis postreros días.
No siento el dolor
de mi cuerpo enfermo.
Con el alma rezo:
es la aceptación
que me da la fuerza
y me acerca al cielo.
No queráis quitarme
tan pronto de en medio.
Llegará el momento,
no importa que tarde,
a todos espera
el destino eterno.
Quiero disfrutar
las cosas queridas…
La fe reanima,
y a pesar del mal
que mi cuerpo aqueja,
vivo en armonía
Sé que la eutanasia
se dice que es digna,
que el sufrir alivia.
¡Triste coartada!
Para la dolencia
hay hoy medicinas…
EMMA MARGARITA VALDES



martes, 4 de octubre de 2011

MI PEQUEÑO NIÑO

MI PEQUEÑO NIÑO

Mi pequeño niño,
lloras en el silencio.


Mi pequeño niño,
vives en la oscuridad


Extiendes tus manitas
sin poder tocarme,
buscas mis pechos
sin poder saciarte.


¿Con quién juegas?
¿Con quién sueñas?
¿Cuándo lloras?
¿Cuándo ríes?


En mi mente siempre vagas,
siempre estás.


Te imagino sonriente,
entre fantasmas dibujados,
entre estrellas refulgentes,
en el cielo hoy estás.


Te imagino con pañales,
correteando elefantes,
elefantes de colores,
mil figuras,
mil figuras y una más.


Mi pequeño niño herido,
con la luna entre tus manos,
una luna llena de queso,
un gran sol como cristal.


Mi pequeño ya perdido,
¿Con quién juegas?
¿Con quién sueñas?
DimeDime que es con tu MAMÁ.


Escrito cuando solo era FANNY
Sin fecha